La desaparición de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), a partir de mayo de este año, representa un reto para el gobierno mexicano, porque debe evitar dejar a su suerte a los productores del campo que recibían apoyo crediticio de esta institución. Para ello se ha implementado una estrategia que involucra a los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura del Banco de México, mejor conocidos como FIRA. Su director general, Alan Elizondo Flores, señaló que desde abril del año pasado sabían que la FND iba a desaparecer en cualquier momento de 2023, lo cual les dio oportunidad de conocer a los productores e intermediarios financieros que serían afectados para anticiparse las necesidades crediticias Y prevenir los ciclos agrícolas en Sinaloa, Chihuahua, Chiapas, Oaxaca y Campeche. Al cierre de 2022, FIRA canalizó 240.000 millones de pesos al campo mexicano, y descarta que los recursos sean una limitante para atender a los acreditados de la FND. Sobre cómo FIRA evitará el disparo de su cartera de impago, se da a conocer que el modelo con el que operan les permitió cerrar 2022 con una morosidad de solo 1.5%, y que consiste en que tanto el intermediario, como ellos mantienen un monitoreo constante al agroempresario, lo que les permite la activación de alertas tempranas. A finales de abril se hizo la primera colocación de bono resiliente en el mercado bursátil por 2,985 millones de pesos, el primero en su tipo en América Latina porque los recursos buscarán apoyar proyectos que mitiguen, y ya no prevengan, los impactos del cambio climático. Para los siguientes meses tienen el objetivo de hacer la transición ordenada con FND e impulsar los apoyos de fondeo para los productores. Fuente: MSN