La pausa a los aumentos a la tasa de interés del Banco de México durará al menos hasta agosto: la institución informó el pasado jueves que dejó el referencial en 11.25 por ciento. La decisión, tomada por unanimidad, reforzó el mensaje de que el congelamiento a la tasa de interés durará más tiempo ante la complejidad del panorama inflacionario. Si bien la institución reconoció la trayectoria a la baja de la inflación desde su última reunión de política monetaria, consideró que las inflaciones general y subyacente anuales "se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de junio en 5.18 y 6.91 por ciento, respectivamente". Desde la última reunión de política monetaria, siguieron descendiendo. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de junio en 5.18% y 6.91%, respectivamente. Después de un ciclo alcista que duró casi 2 años, el Banxico decidió mantener la tasa sin cambios por segunda reunión consecutiva, en un día en el que la inflación siguió "sorprendiendo" a los especialistas por la velocidad de su caída. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó 5.18 por ciento en la primera quincena de junio, cifra inferior a lo esperado por el mercado (una tasa de 5.31 por ciento anual). Con esto, la inflación se ubicó en su nivel más bajo desde marzo de 2021. Para el Banxico, la trayectoria a la baja de la inflación puede ser visto como una "señal" de que la tasa récord de 11.25 por ciento (la más alta de la historia) por fin está haciendo efecto en el nivel de los precios de productos y servicios. La inflación enfrenta actualmente peligros como: -Persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados. -Depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional. -Mayores presiones de costos. -Presiones en los precios de energéticos o agropecuarios. Fuente: El Financiero