El futuro de la industria agroalimentaria de México, que es el tercer sector que emite más gases de efecto invernadero, requiere mejores alternativas de financiamiento, toda vez que la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) le pasa la estafeta de financiamiento al Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). El director de FIRA, Alan Elizondo, señaló que el impacto tendrá afectaciones para los pequeños productores y afirmó que existen 2 modelos para financiar el campo: uno mediante sucursales y atender regiones especializadas de producción de alimentos, como el caso de la FND; y otro en el cual se ocupa la infraestructura de intermediarios que ya están presentes en el campo y asistirlas en el otorgamiento de crédito de los sectores vulnerables. Con el propósito de mejorar las condiciones ambientales en los sectores agropecuario, forestal, pesquero y del medio rural, FIRA amplió el abanico de emisiones temáticas en el mercado bursátil mexicano. Elizondo describió en el conmemorativo de piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que es el primer bono verde de resiliencia, uno se emitió a 3.1 años, por un monto de 2 mil 985 millones de pesos. En adición al bono verde de resilencia, se emitió otro bono de 1.5 años por 5 mil 515 millones. Con ambos bonos se captó un monto total de 8 mil 500 millones de pesos con una demanda global de 9 mil 702 millones, lo cual representa 1.14 veces el monto emitido. Los recursos serán destinados a financiar 88 conceptos de inversión los cuales se dividieron en dos dimensiones: absorción, que es la capacidad de un sistema de prepararse para mitigar o recuperarse de los impactos de eventos negativos, y adaptación, que es la capacidad de un sistema para ajustar, modificar o cambiar sus características con el fin de responder mejor a perturbaciones y estrés climático. Además, las necesidades de alimentación de la población sigue creciendo. Durante la pandemia la industria agroalimentaria mantuvo su característica social y mantuvo producción durante los 3 años de la emergencia sanitaria. Fuente: La Jornada