Las presiones inflacionarias siguen sin parar al inicio de 2023. La inflación a los consumidores volvió a acelerarse y arrancar el año como no se veía desde 2001, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En enero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo una variación mensual de 0.63% y de 7.91% a tasa anual. Lo cual significó la mayor variación de precios para un enero desde 2001, cuando el incremento fue de 8.11%. El arranque es particularmente conocido como la cuesta de enero por el alza de precios de diversos productos a causa de actualizaciones de cuotas de los impuestos, así como los ajustes al salario mínimo y, ahora, por el incremento a los días de vacaciones de los trabajadores. Desde 2022, tanto México como el resto del mundo han tenido que enfrentar altos niveles de inflación, lo que ha llevado que los bancos centrales endurezcan su tasa de interés. Para el caso de México su tasa se elevó en 50 puntos base, luego de conocerse el dato de la inflación de enero. Si bien las presiones en la inflación se han dado tanto en el rubro subyacente como el no subyacente, principalmente por los precios de los alimentos, es la inflación subyacente la que no da tregua y sigue prendiendo alarmas. Fuente: El Economista