Los delincuentes cada vez encuentran nuevas formas para cometer fraudes siendo más difíciles de detectar.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) dio a conocer, que de enero a noviembre de 2021, 181 financieras fueron suplantadas de su nombre comercial e incluso datos fiscales o administrativos.
Dentro de el modus operandi que se utiliza es el ofrecer supuestos créditos personales vía telefónica o redes sociales, siendo un trámite de forma inmediata y con pocos requisitos, además de montos pequeños en sus mensualidades para hacerlos atractivos.
La información utilizada por estos delincuentes van desde la razón social, direcciones, teléfonos e imagen corporativa de las entidades financieras debidamente establecidas. Generalmente solicitan dinero en efectivo o mediante un depósito a una cuenta bancaria con la supuesta finalidad de gestionarlo, adelantar mensualidades o pagar gastos de apertura.
Sin embargo, los usuarios al realizar los depósitos posteriormente no reciben el crédito esperado y les es imposible localizar a los promotores.