La obtención de la certificación en materia antilavado para las actividades vulnerables, misma que es impulsada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), representará un verdadero reto para estas organizaciones, de acuerdo a expertos de la Asociación Nacional de Oficiales de Cumplimiento Certificados (Asonoc).
Si bien la certificación tendrá beneficios, tanto para las empresas como para el sector empresarial y su relación con las autoridades, será todo un reto respecto al que el sistema financiero ha tenido que pasar para certificar a sus oficiales de cumplimiento.
Dentro de los puntos que se señalan se destaca que el número de empresas es mucho más grande y además, la certificación para el sector financiero, así como la recertificación es un reto enorme, tan así que hoy no todas las entidades del sistema financiero cuentan con un oficial de cumplimiento certificado.
La ley antilavado entró en vigor en 2012, hasta hace algunos años su aplicación no era total, por lo que las empresas dedicadas a las actividades vulnerables podrían tener complicaciones en el proceso por el poco tiempo y experiencia que han tenido sobre el tema de la prevención del blanqueo de capitales.