Una reforma fiscal estructural, en conjunto con reformas administrativas y un cambio en la narrativa de gobierno respecto a la inversión privada, podrían impulsar el Producto Interno Bruto (PIB) hasta 5.9% en el 2022 y, a su vez, incrementar los ingresos tributarios en 1.9% del PIB, estimó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Se detalla que si desde este año se modifica y aprueba en el Congreso una narrativa diferente respecto a la inversión privada, así como modificaciones fiscales, la economía mexicana podría crecer más de lo proyectado en 2.8% que tienen previsto para 2022.
La inversión vendría a recuperar los niveles no sólo pre Covid, sino al pico más reciente del primer trimestre de 2018, de acuerdo al instituto.
Con esto se tendría un efecto directo en la recaudación de impuestos. Modificaciones fiscales de carácter administrativo significarían una recaudación extra de 0.2 puntos del PIB, mientras que llevar a cabo una reforma fiscal estructural aumentaría la recaudación en 1.3 puntos y el cambio de narrativa dejaría 0.4 puntos extra.
Dentro de las modificaciones fiscales que el IMEF propone están las que tienen que ver con la tasa cero del IVA, ISR empresarial, la creación de de un Consejo Fiscal, así como estímulos fiscales.