A pesar de la fuerte contracción económica registrada en 2020 debido a la pandemia, los indicadores financieros de los bancos demuestran solidez y esto les permite perfilarse como grandes aliados para impulsar el crecimiento, en comparación de crisis anteriores, en las que estas instituciones eran el centro del problema.
Según los directivos bancarios, debido a la fortaleza observada en el sector, la crisis puede representar la "medicina" que impulse a la economía rápidamente, sobre todo al existir recursos y planes que incluyen programas de garantía para los sectores más afectados.
Se destaca que la banca hará que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca de forma rápida y sana.
Por otra parte, el bajo crecimiento económico, la poca inversión en el país y el riesgo de un tercer rebrote de covid, son los principales temas que preocupan al sector bancario, siendo así de suma importancia trabajar el ambiente de certidumbre para inversionistas, estableciendo reglas claras y con apego al Estado de derecho.