El gobierno de México tiene el reto de cerrar las puertas al financiamiento al terrorismo, pero el gran pendiente es modificar el marco legal para castigar penalmente a las personas morales involucradas en dicha actividad y además generar una adecuada comprensión del riesgo de este ilícito en autoridades, instituciones financieras y entidades que realicen una actividad vulnerable.
En la primera Evaluación Nacional de Riesgos de octubre de 2016, se señaló que el riesgo de financiamiento al terrorismo en México proviene de su posición geográfica, la porosidad en la frontera con EUA y la corrupción; todos estos factores plantean la posibilidad de que el país sea utilizado como plataforma logística, operativa y financiera para el terrorismo internacional.
Si bien en México todavía no existe un antecedente oficial de un acto de financiamiento al terrorismo que pudiera apuntar hacia organizaciones como Al Qaeda o el Estado Islámico, recientemente han surgido señales para que las autoridades y sujetos supervisados eleven su comprensión del riesgo de dicho ilícito. Por ello su combate a nivel mundial es una de las prioridades del GAFI.
Para algunos especialistas un área de oportunidad que se tiene en el tema, es distinguir correctamente el lavado de dinero del financiamiento al terrorismo, pues ambos delitos se abordan desde la misma óptica, sin embargo tienen diferencias particulares que deben de ser comprendidas para poder mitigar sus riesgos.
Fuente: El Economista.