Panorama muy nublado en 2020 para los mercados mexicanos.

20 Diciembre 2019

Solo hay una cosa segura que se puede decir acerca del panorama para el mercado mexicano el próximo año: es muy incierto.


En 2019 los activos se desempeñaron muy bien, la bolsa de valores ha subido, los bonos han superado a sus pares de mercados emergentes, y el peso mexicano es la única moneda latinoamericana que no ha caído este año.

Pero el próximo año el país enfrenta una amplia gama de riesgos, que van desde la carga de la deuda de 100 mil millones de dólares de Pemex hasta un crecimiento económico anémico. México también es sede de uno de los dueños de divisas más grandes del mundo, un banco central agresivo y un presidente que se niega a ceder ante la fuerte posición fiscal del país.

Brendan McKenna, analista de Wells Fargo, dice que el peso de debilitará un 7.7 por ciento para finales del 2020, a 21.36 por dólar. Por otro lado, Ilya Gofshteyn, analista de Standard Chartered, afirma que el peso se hundirá brevemente antes de ganar un 4.6 por ciento a 18.75 para fines de año.

Gofshteyn menciona: “Dos factores son importantes el próximo año para el peso mexicano: la erosión constante de la ventaja de rendimiento que el peso mexicano tiene sobre la mayoría de los pares en mercados emergentes y la política de Estados Unidos".

La atracción principal para los activos denominados en pesos, las altas tasas de interés, ya se está erosionando. El banco central ha reducido las tasas en 75 puntos base desde su máximo en agosto. Mientras tanto, a muchos les preocupa que los planes de gasto de López Obrador puedan comenzar a dañar el déficit fiscal. Si bien el presidente se ha aferrado a su superávit presupuestario primario del 1 por ciento del PIB para este año, grandes proyectos como una nueva refinería y un tren ejercerán una presión adicional sobre el gasto del gobierno en el futuro.

Agregue a eso una larga lista de presiones domésticas y la imagen se vuelve más sombría. 

Pero México podría recibir un impulso a fines del siguiente año si se va una fuente de presión: el presidente Donald Trump.

Fuente: El Financiero.