La ley de Tecnología Financiera o Fintech, aprobada en marzo de 2018 y puesta en vigor el pasado 10 de septiembre, ha logrado brindar mayor certeza y seguridad a los usuarios para que utilizan las plataformas tecnológicas sin riesgos, consideró Luis Rubén Chávez, director general de Yotepresto, empresa jalisciense de Fintech.
“Representa un paso adelante en la maduración de la industria Fintech, donde el Gobierno ya está viendo que empresas como nosotros estamos creciendo muy rápido, tenemos muchos usuarios y buscamos darle un marco regulador de protección a los usuarios”, explicó Chávez.
“Los usuarios se van a sentir más tranquilos para hacer más transacciones con más y mayores montos; eventualmente creemos que eso aumentará el volumen de nuestro negocio”, complementó.
Otra ventaja de la ley es que, al tener mayores atribuciones para vigilar las transacciones de las plataformas Fintech, se incentiva la inyección de nuevo capital por parte de inversionistas interesados. “Al ya estar regulado, se da la oportunidad de que inviertan capitalistas institucionales en estas plataformas, pudiendo lograr mayor liquidez con el consiguiente incremento de las operaciones y montos de los usuarios”.
De acuerdo al director de Yotepresto, la nueva ley también ha logrado impulsar a más empresas Fintech en Guadalajara, la segunda ciudad del país con mayor número de empresas de tecnología financiera, de acuerdo a la consultora especializada Finnovista, con más de 30 compañías del ramo.
No obstante, Luis Rubén Chávez consideró que la Ley todavía tiene desventajas, como la limitación a las compañías Fintech a crear nuevos productos y servicios, así como la petición de mecanismos de seguridad cada vez más costosos.
“Nos están pidiendo el mismo marco regulatorio que el de un banco, con los mismos procesos de control, lo que acarrea mayores gastos”, dijo Luis Rubén Chávez. “Por otra parte, en el caso de crowdfunding o financiamiento colectivo, limitaron los préstamos a 300 mil pesos; no entendemos por qué se limitó a ese monto tan bajo”.
En estos momentos, la tecnología financiera sólo atrae a 5% de usuarios, a diferencia de países como Estados Unidos, donde acaparan 40% de los préstamos financieros personales.