La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) explicó
que decidió elevar la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto, a
8.25 por ciento, al considerar que la economía mexicana enfrenta un entorno de
marcada incertidumbre, en el que el balance de riesgos para la inflación
muestra un sesgo al alza y se han materializado algunos de los peligros que la
pudieran afectar, tanto bajo una perspectiva de corto como de largo plazo.
En las minutas de la reunión del 20 de diciembre, el
instituto central narró que en la decisión para una mayor restricción monetaria
también se consideró la posibilidad de que se vean afectadas las expectativas
de inflación de mediano y largo plazos.
Tomando en cuenta los retos que se enfrentan para consolidar
una inflación baja y estable, así como los riesgos a los que está sujeta la
formación de precios, la Junta de Gobierno tomará las acciones que considere
necesarias, en particular manteniendo o en su caso reforzando la postura
monetaria, de tal manera que la tasa de referencia se ubique en niveles
congruentes con la convergencia de la inflación general a la meta del Banco de
México en el horizonte en el que opera la política monetaria”, advirtió.
Subrayó que la política monetaria debe responder con
prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre
que enfrenta la economía.
Debido a ello, los funcionarios de Banxico se comprometieron
a mantener una postura monetaria prudente y dar un seguimiento especial, en el
entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las
variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa
entre México y Estados Unidos, en un contexto externo adverso, así como a la
evolución de las condiciones de holgura en la economía.
Algunos de los integrantes del Banxico señalaron que las
políticas contempladas por el gobierno federal pueden generar distorsiones,
afectar la asignación de recursos en la economía y ‘golpear’ la productividad.
Uno de los subgobernadores consideró que se debe asegurar la
congruencia y continuidad de las acciones contempladas, así como los planes
multianuales considerados “especialmente respecto del crecimiento de la
economía y la producción de petróleo, con la fortaleza de las finanzas públicas
a mediano y largo plazos”, mencionó en el texto.
Algunos de los subgobernadores señalaron que el paquete
económico no mejora la estructura del gasto y consideraron que la estrategia de
la administración de López Obrador aparenta dar mayor peso al consumo que a la
formación de capital físico y humano lo que, posteriormente, repercutiría en el
crecimiento.
Sobre este mismo tema, precisaron que “la inversión pública
no aumenta en proporción al PIB y será destinada a proyectos cuya rentabilidad
financiera y social no es evidente”.
Fuente: Dinero en Imagen.