
La decisión del presidente Donald Trump de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas genera preocupación por sus implicaciones económicas y legales. Aunque busca combatir el narcotráfico, esta medida podría causar efectos colaterales significativos, especialmente en el sector financiero y en áreas clave de la economía mexicana. Impacto en el sector financiero El sector bancario, pieza clave en las transacciones económicas de México, enfrentaría retos sin precedentes. Con una cartera de préstamos de 7.5 billones de pesos y 14 millones de transferencias interbancarias diarias, los bancos podrían adoptar políticas más restrictivas por temor a sanciones derivadas de operaciones indirectamente vinculadas al crimen organizado. Mayor escrutinio: La medida implicaría reforzar los procedimientos de "conoce a tu cliente" (KYC), incrementando los costos y complejidad para las instituciones financieras. Restricción de actividades: Ámbitos como minería, ganadería, transporte y agricultura, sectores donde los cárteles tienen influencia, podrían enfrentar dificultades para acceder a financiamiento. Riesgo de corresponsalía bancaria: Este servicio, vital para transacciones internacionales, podría reducirse por la complejidad de identificar actividades ilícitas. La Asociación de Bancos de México (ABM) afirmó que mantienen relaciones sólidas con autoridades estadounidenses y cumplen con la normativa contra el lavado de dinero, aunque analizan las implicaciones de la designación. Efectos más allá de los bancos La influencia de los cárteles se extiende a sectores como bienes raíces, transporte de combustible, seguridad y manufactura, donde el pago de protección y operaciones con empresas fachada son comunes. Según Shannon O’Neil, del Consejo de Relaciones Exteriores, incluso las remesas podrían ser objeto de escrutinio, afectando un flujo anual de 60 mil millones de dólares, equivalente al 4% del PIB mexicano. Además, el tráfico de migrantes, controlado en parte por los cárteles, podría atraer una mayor atención, con posibles sanciones a empresas involucradas indirectamente en estas operaciones. Desafíos legales y de cooperación bilateral Especialistas como Ernesto O Farrill, del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, destacan que el marco legal estadounidense no puede interferir directamente en los bancos mexicanos, pero sí en las instituciones estadounidenses con operaciones transfronterizas. Por su parte, Miguel González, de la UNAM, señala que el control de criptomonedas y una supervisión financiera conjunta serán clave para abordar estos retos. Riesgos económicos binacionales Aunque la medida busca atacar las redes financieras de los cárteles, expertos advierten que una aplicación indiscriminada podría dañar tanto a México como a Estados Unidos. Arturo Sarukhan, exembajador de México en Estados Unidos, subraya que la falta de una estrategia de inteligencia precisa podría afectar negocios legítimos y frenar el crecimiento económico. Un desafío sin precedentes La designación de los cárteles como organizaciones terroristas plantea un escenario complejo para México. Si bien apunta a interrumpir las operaciones delictivas, las implicaciones económicas y sociales exigen una estrategia colaborativa entre ambos países para mitigar daños colaterales y garantizar la estabilidad de la región. Fuente: El Financiero