
En mercados emergentes como Colombia, México y Brasil, las finanzas abiertas (open finance) están posicionándose como una herramienta clave para impulsar la inclusión financiera. Este modelo permite a los usuarios acceder a una oferta más amplia de productos y servicios personalizados, según destaca la firma Simetrik. México: pionero en la regulación de open finance México marcó un precedente en la región al incorporar las finanzas abiertas en su marco regulatorio mediante la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) en 2018. Dos años después, en 2020, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió las primeras reglas, obligando a los bancos a compartir datos abiertos, como información sobre cajeros automáticos y productos financieros. A pesar de estos avances iniciales, aún se esperan nuevas regulaciones que permitan el intercambio de datos transaccionales, pieza clave para la consolidación del ecosistema de open finance. El desafío actual: el “punto de desilusión” De acuerdo con el informe Banca abierta en Latinoamérica de Mastercard, el desarrollo de open finance en México se encuentra en el “punto de desilusión”. Este concepto describe una etapa en la que las expectativas iniciales no se alinean con el progreso real, lo que genera cierta pérdida de entusiasmo. El estudio analiza las lecciones aprendidas en México y otros países como Brasil, Colombia, Chile, Argentina y Perú, con un enfoque en la evolución de la banca abierta y los pagos en tiempo real. Si bien la región enfrenta desafíos, también se vislumbran oportunidades para fortalecer la infraestructura tecnológica y las alianzas entre instituciones financieras y reguladores, lo que permitirá avanzar hacia una adopción más amplia y efectiva de las finanzas abiertas. Fuente: El Economista