La economía mexicana tuvo un desempeño positivo en el tercer trimestre de 2024, superando expectativas al registrar un crecimiento preliminar de 1.01% respecto al trimestre anterior, impulsado por el sector agropecuario, según datos desestacionalizados del Inegi. Sin embargo, grupos de análisis privados prevén una desaceleración, proyectando un crecimiento de solo 1.5% para todo el año, en contraste con el 3.2% de 2023. La resiliencia en el consumo y la inversión, junto con los efectos del incremento en el gasto público del primer semestre, han contribuido al crecimiento en este trimestre, señaló Citibanamex. Pero el escenario económico enfrenta seis riesgos clave identificados por el grupo financiero Base, que podrían afectar el crecimiento a corto y largo plazo: Incertidumbre política: La transición al gobierno de Claudia Sheinbaum genera inquietud sobre las políticas económicas y fiscales. La reforma judicial y el control estatal en sectores estratégicos también podrían impactar la confianza inversionista. Endeudamiento público y consolidación fiscal: Con una deuda pública que podría cerrar el año en un nivel superior al 50% del PIB, Base considera necesaria una consolidación fiscal en 2025. Este ajuste, que implicaría recortes en el gasto o aumento de impuestos, podría frenar la inversión en infraestructura y afectar el consumo. Desaceleración en el empleo formal: La creación de empleo formal ha sido baja en 2024, la menor desde 2019, sin contar la crisis por COVID-19. Esto limita el consumo privado, crucial para la demanda agregada. Dependencia de remesas: La desaceleración de remesas, influida por una posible recesión en EE.UU., afectaría el consumo interno, especialmente en regiones vulnerables. Elecciones en EE.UU.: Si Donald Trump gana, podría imponer políticas comerciales y migratorias estrictas hacia México, lo cual generaría presiones económicas. Por otro lado, una victoria de Kamala Harris podría traer estabilidad bilateral, aunque sus políticas fiscales podrían impactar la economía estadounidense. Riesgos externos adicionales: Una recesión en EE.UU. y tensiones geopolíticas que afecten precios de materias primas también representarían desafíos, afectando exportaciones y presionando la inflación. El tercer trimestre muestra que la economía mexicana mantiene cierto dinamismo, aunque el panorama para 2025 es complejo y dependerá de factores internos y externos, como la política fiscal y el contexto global. Fuente: Forbes México