La economía mexicana sorprendió en el tercer trimestre de 2024 al crecer 1.5% anual, superando tanto el 1% del trimestre anterior como las expectativas de analistas, que proyectaban un 1.3%. Este crecimiento, impulsado por el sector servicios, muestra un avance significativo en el PIB trimestral (1.01%), el más alto desde mediados de 2022, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sin embargo, los especialistas advierten que el panorama a futuro sigue siendo incierto, con un crecimiento proyectado de 1.4% para todo 2024 y una baja a 1.0% para 2025. El sector servicios, motor de la economía, creció 1.9% anual en el tercer trimestre, mejorando respecto al 1.5% del periodo anterior. La industria avanzó un modesto 0.5%, mientras que el sector primario registró su primer dato positivo en cinco trimestres, creciendo 3.8% anual, impulsado por una temporada de lluvias beneficiosa. Pese al desempeño en servicios, Gabriela Siller, de Banco Base, señaló que el crecimiento del PIB anual es inferior al de 2023 y muestra una tendencia a la desaceleración. Alejandra Marcos, de Intercam, coincide en que, aunque el resultado es positivo, refleja una desaceleración continua desde el cuarto trimestre del año pasado. Además, factores como el gasto de los consumidores, el debilitamiento del mercado laboral y la desaceleración de las remesas podrían frenar el crecimiento en el futuro, según Deutsche Bank. Banorte señala riesgos en el sector manufacturero, especialmente si la economía de Estados Unidos enfrenta desafíos adicionales como huelgas o complicaciones en negociaciones salariales. También prevén desafíos para el sector primario ante posibles heladas en invierno. En el acumulado de enero a septiembre, la economía mexicana creció 1.4% anual, liderada por el sector servicios (1.9%), mientras que la industria avanzó un 0.8% y el sector primario cayó 0.2%. En contraste, en el mismo periodo de 2023, el crecimiento fue de 3.5%, lo que muestra una pérdida de impulso. Citibanamex advierte de un sesgo a la baja en el balance de riesgos, especialmente para 2025, debido a la incertidumbre en la inversión. Fuente: El Financiero