La prolongada caída de la inflación subyacente en México y la reciente desaceleración económica fueron factores clave que llevaron al Banco de México (Banxico) a reducir su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, colocándola en 10.75%. Esta decisión, tomada en una votación dividida, ha sido objeto de escrutinio, especialmente debido a la reciente aceleración de la inflación en julio. Omar Mejía, subgobernador de Banxico, explicó en una entrevista que la decisión de recortar la tasa fue adecuada y oportuna, a pesar del aumento en la inflación general, que subió al 5.57% en julio, impulsada principalmente por la inflación no subyacente. Sin embargo, Mejía subrayó que la inflación subyacente, que se enfrió a 4.05% en julio desde 4.13% el mes anterior, es un indicador más relevante para el banco central debido a su mayor peso en los precios globales. La Junta de Gobierno de Banxico estuvo dividida en esta decisión: la gobernadora Victoria Rodríguez, Omar Mejía, y Galia Borja votaron a favor del recorte, mientras que Irene Espinosa y Jonathan Heath prefirieron mantener las tasas. Heath calificó la decisión de "prematura" debido a la incertidumbre sobre cuándo disminuirán los precios de productos como frutas, verduras y energéticos, que impulsaron el repunte inflacionario en julio. Mejía argumentó que los choques en los precios de frutas y verduras son generalmente de corta duración y que su impacto en la inflación subyacente es mínimo. Además, mencionó que aunque Banxico revisó al alza su pronóstico de inflación para finales de 2024 y el primer trimestre de 2025, el banco sigue previendo que la inflación convergerá hacia su objetivo del 3% para la segunda mitad del próximo año. El subgobernador también destacó que la desaceleración de la economía mexicana podría continuar, influida por la debilidad en la manufactura tanto en México como en Estados Unidos, lo que podría llevar a una inflación más lenta. Mejía, quien ha sido miembro de la junta de Banxico desde enero de 2023, concluyó que el recorte en las tasas no puede considerarse prematuro ni complaciente, y aseguró que la credibilidad del banco central permanece intacta a pesar de las diferencias de opinión dentro de la Junta de Gobierno. Fuente: El Financiero