El número de alertas de operaciones con activos virtuales (o criptomonedas) que recibe la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para fines de prevención de lavado de dinero ha tenido, entre enero y mayo de este año, un crecimiento exponencial respecto a lo reportado en años anteriores. Para especialistas, esto se debería a la caída del exchange FTX, sucesos notables en el ecosistema cripto, y la consolidación de estos instrumentos en México. De acuerdo con cifras de la UIF, que encabeza Pablo Gómez, de enero a mayo de este año esta instancia recibió 607,404 avisos de operaciones con activos virtuales. Esto representa un crecimiento de 113% respecto a lo reportado en todo el 2023 y de más de 100 veces respecto a todo el 2022. Desde el 2020, derivado de la promulgación de la Ley Fintech, se estableció la obligación de que los proveedores dedicados al ofrecimiento habitual y profesional del intercambio de activos virtuales se registraran como actividad vulnerable en términos de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, conocida como Ley Antilavado. Con esta obligación, se deben generar avisos a la UIF, por conducto del Servicio de Administración Tributaria (SAT), cuando el monto de las operaciones sea igual o superior al equivalente a 645 Unidades de Medida y Actualización, que actualmente son 70,111 pesos. Optan por la Autorregulación Para Isaac López, socio de la división Blockchain y Crypto de la firma Legal & Compliance Advisors, este incremento en el número de avisos correspondería a un mayor uso de los activos virtuales en México, así como a la certeza que los proveedores buscan darles a sus clientes tras el colapso del gigante global FTX, que se declaró en quiebra a finales del 2022 con una deuda cercana a 9,000 millones de dólares. “México sigue estando en el top tres de países de América Latina en adopción de criptomonedas. El incremento de avisos a la UIF se debe a que muchas empresas, al ver lo que pasó con el colapso de FTX, optan por la autorregulación y no tienen otro mecanismo en México más que el registro antilavado para transmitir seguridad a sus usuarios”, explicó López. En distintas partes del mundo, la regulación respecto a las criptomonedas ha avanzado. Sin embargo, en México la postura del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se mantiene en que estos instrumentos tengan distancia del sistema financiero. Las instituciones financieras no pueden ofrecer estos activos al público en general y los proveedores no financieros sólo están sujetos a temas antilavado. Mayor Adopción y Cumplimiento En sintonía con el mayor número de avisos, también ha crecido el interés de los participantes de criptomonedas para inscribirse como actividad vulnerable ante el SAT. De acuerdo con una solicitud de transparencia, a marzo pasado este organismo había autorizado a 53 instituciones de activos virtuales para darse de alta como actividad vulnerable, de un total de 135 solicitudes recibidas desde el 2020, de las cuales 60 se presentaron en el 2023 y 10 en los primeros tres meses del 2024. El especialista de Legal & Compliance Advisors indicó que no hay duda de una consolidación comercial de empresas dedicadas a la compraventa de criptomonedas en México, además de la transformación de este ecosistema, donde se ofrecen productos específicos como las stablecoins (criptomonedas ligadas a otro activo), que sirven para el envío y cobro de remesas. “Hemos visto un incremento de nuevos modelos de negocio, lo cual habla de una consolidación del mercado cripto en México. Al aplicar todo esto, aumenta el número de avisos”, declaró López. ¿Y el Riesgo de Lavado? Cuestionado sobre el riesgo de lavado de dinero vía las criptomonedas, López indicó que, ante la trazabilidad de la cadena de bloques, que sustenta su operación, es difícil blanquear capitales con estos instrumentos. Sin embargo, existen modalidades en el ecosistema que pueden facilitar movimientos de alto riesgo, como las plataformas descentralizadas, que permiten transacciones entre pares, sin intermediarios y de manera anónima. El especialista contrastó lo que pasa en otras partes del mundo, como en Europa, donde bancos pueden custodiar criptomonedas, y destacó que México se encuentra en un área gris respecto a la regulación de activos virtuales. “Hay una fiesta regulatoria (de criptomonedas) en el exterior y México no está en esa fiesta a raíz de una regulación sofocante que crea incertidumbre”. Hasta el momento, se desconoce si la UIF ha formulado una denuncia por presunto lavado ante las instancias respectivas derivada de la información relacionada con las operaciones de activos virtuales en México. Fuente: El Economista